Los preparativos de las alfombras comenzaron oficialmente con el teñido del serrín. Un día de trabajo lleno de buen humor y alegría.
Horas después, Cristo hecho Eucaristía pasaría por estas alfombras y quedaría expuesto un instante sobre este altar. Esa es la razón de tanto esfuerzo: dar lo mejor de nosotros para recibir a Cristo.
(las imágenes de ese momento las pondremos en un siguiente artículo. Por problemas técnicos no disponemos aún de ellas)
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