Carta de nuestro párroco

El tiempo de cuaresma es entre otros aspectos (oración, ayuno, limosna...) un tiempo de reflexión y de acercamiento a Cristo y a nuestros hermanos. Por ello os mostramos a continuación la carta que nos envió nuestro párroco para la Cuaresma del año pasado, a través del Boletín de la Hermandad de dicho año.

PORTADORES DE ESPERANZA

Con estas letras quisiera ayudaros a reflexionar sobre el hecho de ser cofrade en el mundo de hoy, tan carente de ofertas de esperanza y tan sobrado de ofertas frustrantes.

Cuando se contempla un paso de Semana Santa hay veces en las que uno se interroga sobre el porqué la gente se emociona tanto; puede parecer mera sensiblería, como cuando vemos cualquier otro fenómeno de masas, pero siempre quiero creer que es por la necesidad tan grande que tenemos las personas de creer que la vida es algo más que el conjunto de éxitos y fracasos, gozos y sufrimientos, alegrías y tristezas que en el día a día podamos ir viviendo; tenemos la necesidad de vida, una vida que no encontramos plenamente en los acontecimientos cotidianos y que, sin embargo, anhelamos y buscamos en ese misterio que nos sobrepasa y nos desborda de la entrega amorosa de Dios en Jesús, con la Virgen María como testigo privilegiado.

Por eso, creo que cuando uno es cofrade y ofrece al resto de sus vecinos una imagen para contemplar, está haciendo algo más que cumplir con una tradición; está diciendo bien fuerte que María fue una mujer de esperanza que encontró satisfecho su deseo de amor y vida en el amor que Dios le hizo descubrir en el seguimiento de Jesucristo.

Es este el descubrimiento que todos estamos llamados a hacer para dar sentido pleno a nuestras vidas, y para eso vosotros tenéis la misión de ser portadores de María de la Esperanza, para que quien la contemple pueda seguir a Jesús.

Don Ángel Julián Gª-Plaza Pérez-Madrid.